El niño de cuatro años…¿Cómo piensa y siente? – PadresOk

El niño de cuatro años…¿Cómo piensa y siente?

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La sociabilidad es una de las cualidades más características del niño de cuatro años. Tanto en la familia como en el jardín, manifiesta su interés de interactuar, conversar y jugar con los otros.

Además, comienza a integrar hábitos y conductas de comportamiento social, como los modales en la mesa, los hábitos higiénicos y el respeto por los demás.

¿Cómo piensa y siente?

El niño comienza a tener conciencia del tiempo. Su memoria experimenta un notable avance, pero tiende a retener con más facilidad las cosas y sucesos que son de su interés.

A pesar de que busca explicaciones acerca de todas las cosas (continúa la edad del “por qué”), sigue creyendo en fantasías. Puede contar largos y fabulosos relatos en los que mezcla la realidad con la imaginación o decir cosas que a los adultos parecen mentiras, como “yo no rompí el vaso, fue mi osito”. No hay que desacreditarlo, sino que sutilmente mostrarle otra perspectiva, por ejemplo “Yo no vi al osito rompiendo el vaso”.

La riqueza de su mundo imaginario también aflora en sus juegos, simulando ser doctor, papá, policía… Además, en algunos niños surge la fantasía del amigo imaginario, al cual atribuye características bastante parecidas a su propia personalidad. Aunque a algunos padres esta conducta les preocupa, deben saber que es completamente sana y normal, mientras que no limite al pequeño de compartir con otros niños.

Ello es importante, ya que a esta edad se consolida el juego grupal y el niño lo disfruta, sabe compartir y respetar reglas y turnos. No obstante, aún conserva actitudes egoístas. Por lo general, le cuesta prestar sus juguetes u objetos apreciados.

Buscando identidad

En su búsqueda de autonomía, puede volverse independiente y egocéntrico. A veces incluso desafiante con los adultos cuando éstos le imponen límites. Tienen sus ideas y costumbres propias, muchas veces decide la hora a la que quiere acostarse y qué comer. Si no es muy inconveniente, resulta positivo respetar algunas de sus preferencias, pero manteniendo las reglas familiares claras y establecidas.

Durante sus cuatro años, la niña y el niño descubren de forma natural la diferencia anatómica entre los diferentes sexos. Esto constituye un interés permanente para el pequeño e intenta verificar cada vez que le sea posible esas diferencias, tanto con otros niños como con sus padres, lo que constituye una actividad exploratoria normal.

Hay una gran necesidad de afirmarse como persona y lo hace en gran parte identificándose con los adultos, principalmente con los padres. Generalmente, lo hace con el progenitor del mismo sexo, lo cual ayudará a niño a aceptarse como hombre o mujer. Otras identificaciones complementarias con hermanos, abuelos o profesores también contribuyen a perfilar las características del pequeño.

¿Cuáles son sus miedos?

Los temores de los niños a esta edad siguen potenciados por su ilimitada imaginación. En esta etapa se hacen más específicos, por ejemplo, a la oscuridad o a ciertos animales.

¿Cómo se expresa?

El pequeño comenta lo que siente y lo que le ha sucedido, puede mantener una conversación y también iniciarla. Recita poesía de memoria, inventa cuentos y representa roles. Le gusta escuchar y cantar canciones infantiles o alegres.

En general, habla y articula correctamente, cometiendo muy pocos errores. Si se sospecha de algún problema en el lenguaje, es el momento oportuno para consultar con un especialista que ayude a corregir el problema o a reeducar el lenguaje del niño antes de que se inicie en el aprendizaje de la lecto-escritura.

Diversos estudios han mostrado que existen diferencias en cómo los niños y las niñas hacen uso del lenguaje desde la etapa preescolar. Ellas buscan integrarse al grupo y utilizan el lenguaje para favorecer la unidad y crear amistades estrechas, hacen sugerencias en lugar de imposiciones y exponen las razones de lo que sugieren, por ejemplo, “vamos afuera porque ahí podemos jugar con agua”. Ellos, en cambio, buscan sobresalir del grupo diciendo cosas que llamen la atención de los demás, como chistes o relatos exagerados. Generalmente hacen imposiciones en lugar de sugerencias y formulan pequeñas amenazas para que se cumplan, tales como “yo manejo el auto, si no, no juego”.

¿Qué es capaz de hacer?

A esta edad el niño sigue disfrutando con las actividades físicas, como trepar y columpiarse; aunque su juego es todo movimiento, lo combina con actividades más tranquilas y puede permanecer más tiempo atento a una sola tarea.

Igualmente, su autonomía avanza al ir aprendiendo a hacer las cosas por sí mismo, como vestirse, lavarse los dientes o peinarse. Aunque no lo haga bien, es de gran importancia que le permita hacerlo. Poco a poco irá perfeccionando sus habilidades si en lugar de enfatizar lo que hace mal, se le destaca lo que hace bien y se buscan los momentos oportunos para corregirle.

También aprende a dibujar un bosquejo de figura humana, representando aquellas partes del cuerpo que conoce bien. A medida que va conociendo más, pude ir complementándola. Independiente de cómo lo haga, el dibujo se transforma en un importante medio de expresión para el pequeño. En él se pueden ver reflejadas su percepcíón del mundo y sus sentimientos.

A lo largo de este año también adquiere varias habilidades y conocimientos:
· Salta y se para en un pie
· Baja las escaleras alternando los pies
· Puede aprender a andar en bicicleta
· Traza un cuadrado
· Ataja una pelota
· Patea una pelota corriendo
· Conoce los colores
· Arma rompecabezas simples
· Conoce figuras geométricas básicas

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Comentarios

  1. Me parecen muy interesantes las materias tratadas en esta página que encontré por casualidad, tratando de averiguar sobre una situación en la que se encuentra un amigo, que creo que es muy injusta y gráficamente es la siguiente:
    el día 1, el papá ve a su hijita (hija no matrimonial que tenía 3,5 años)
    el día 3 en la tarde, jugando donde su abuela materna acusa molestia en la vagina y habría manifestado «mi papá me tocó el «pollito» (vagina).
    el día 4 les llevada al SML La pericia señala que la niña no tiene nada, además que «impresiona sicológicamente normal» y ante la consulta nada señala al respecto.
    casi 2 años después, al ser interrogada en el tribunal, la niña nada recuerda, al preguntarle por su papá dice que no lo ve «porque le hizo mucho daño» pero no sabe lo que significa daño, pero sí dice «es que me metió el dedo en la vagina» y hoy a los 7 años la menor señala que el papá le metió el dedo en la vagina. Desde el punto de vista de la memoria ¿Es factible esta situación y cambiar la versión de un «tocar» a un «me metió el dedo» y que luego de no recordar mágicamente recuerde? o simplemente se estaría tratando de un síndrome de alienación parental en que a la menor le incorporan en su mente un hecho falso como verdad? PODRÍAN DARME UNA OPINIÓN AL RESPECTO??? GRACIAS DE ANTEMANO

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