Durante el embarazo, el feto se mueve especialmente cuando la madre habla. Así lo demuestra un estudio realizado en el 2000 por la doctora Kisilevsky, profesora de enfermería de la Queen’s University de Canadá, quien comprobó que los fetos son capaces de oír a partir del tercer trimestre de gestación. Asimismo, se afirma que en una gestación avanzada la madre puede incluso reconocer cuando está dormido o despierto.
Además de las frecuencias propias de la voz de la madre, durante el embarazo el feto está en constante contacto auditivo con el ritmo cardiaco de ella y con su respiración. De un momento a otro, el bebé pasa de estar en un mundo tranquilo, protegido, a otro lleno de ruidos y luces. Para él este es un fuerte impacto, porque si bien la mayoría de sus sentidos aún no están bien desarrollados, la audición es perfecta.
Los especialistas sostienen que ante tal cambio, lo único que lo logra apaciguar al recién nacido es la voz de su madre, esa que lo ha acompañado durante nueve meses y que desde ahora será su mejor consuelo.
Así lo demuestra un estudio realizado con embarazadas en China, y publicado en la revista Psychological Sciences, que asegura que los fetos pueden distinguir la voz de su madre de la de otras mujeres. Junto con investigadores de la Universidad de Zhejiang, China, la doctora Kisilevsky le reprodujo a 30 fetos una grabación de dos minutos de duración de su propia madre leyendo un poema, y a otros 30 se les reprodujo una cinta con la voz de una extraña leyendo el mismo texto.
Los investigadores descubrieron que los fetos reaccionaron a la voz de su madre con aceleración del ritmo cardiaco, y a la voz de la extraña con una desaceleración de esta frecuencia. Los resultados también sugieren que las bases para la comprensión del habla y el aprendizaje de la lengua quedan establecidas antes del nacimiento.
Oye aún antes de nacer
En los años cincuenta el doctor Alfred Tomatis, otorrinolaringólogo francés, fue uno de los primeros en plantear que el feto oía. Afirmó, además, que la voz de su madre transmitida por los huesos es el sonido más escuchado y que reacciona a ella con movimientos musculares a partir del séptimo mes.
Este especialista reprodujo la forma en la que escuchan los fetos dentro del útero y concluyó que oyen una gama de sonidos predominantemente de baja frecuencia, como rumores internos, el movimiento durante la digestión y los ritmos cardiacos, como una especie de galope.
Sostiene que cuando la mujer embarazada habla, su voz resuena a lo largo de su columna, especialmente en las vértebras que quedan a la altura del vientre. Inmerso en el líquido amniótico, el feto puede oír la voz de la madre «por dentro». Sin embargo, aún es incapaz de producir ruido, y por eso a veces apenas puede diferenciar entre la voz de su madre y él mismo.