Desde los seis meses de edad en adelante el niño comienza a explorar el mundo y qué mejor para él que empezar por casa. Todo le llama la atención y le despierta curiosidad, así es que decide probar el sabor de lo que está a su alcance.
Al dar sus primeros pasos, el niño tendrá más acceso a objetos que pueden ser peligrosos, por lo tanto, aumenta el riesgo de intoxicación en el hogar. Así, las intoxicaciones son la causa más frecuente de accidentes no mortales en el hogar.
Son tóxicos los bronceadores, las tinturas de pelo, las lociones para después de afeitar, las colonias, los desodorantes y los perfumes, entre otras sustancias, como los fósforos cuando se comen más de veinte.
En caso de que su hijo presente síntomas de estar intoxicado, como por ejemplo vómitos, enrojecimiento de la piel o mareos, llame de inmediato al (2) 635 38 00 (Chile). En el Centro de Toxicología recibirá ayuda telefónica hasta que pueda llevarlo a un servicio de urgencia.
Si comprueba la ingestión de medicamentos, intente determinar la hora y cantidad ingerida, de acuerdo a lo que había en el frasco y a lo que queda en él. Lo más probable es que le indiquen dar a su hijo un jarabe específico para provocar el vómito, mientras lo lleva hasta un servicio de urgencia. Si no cuenta con ese medicamento, puede beber agua o leche, pero no otros líquidos.
No se recomienda provocar el vómito introduciéndole sus dedos a la boca o apretándole el abdomen. Tampoco que provoque vómitos en caso de ingestión de cáusticos, combustibles como bencina y parafina; como tampoco si el niño está inconsciente.
En caso de inhalación de gas licuado o gas natural (monóxido de carbono), retire al niño del lugar, abra las ventanas para que se formen corrientes de aire y suelte su ropa. Si el pequeño no respira, realice reanimación básica mientras lo traslada al servicio de urgencia.
Acuda al servicio de urgencia lo más pronto posible y lleve con usted los envases de los medicamentos o sustancias que el niño ingirió.
Cómo prevenir
· Guarde los medicamentos y sustancias químicas (combustibles, detergentes, limpiamuebles, entre otros) bajo llave y en sus envases originales, o a una altura que el niño no pueda alcanzarlos.
· Tenga cuidado cuando visita la casa de familiares, especialmente de los abuelos. Pídales que los guarden en algún lugar seguro.
· Evite tomar medicamentos en presencia de sus hijos y si lo hace no elogie su sabor. Tampoco le diga a su niño que el sabor de un remedio se asemeja a un caramelo cuando tenga que tomar una medicina.
· Si tiene cálefont, éste debe estar fuera de la casa y nunca dentro del baño, pues la intoxicación por monóxido de carbono no siempre se produce cuando el aparato está malo, sino también cuando hay pequeños escapes de gas.
· Enséñele al pequeño a no comer plantas y todo aquello que le pueda provocar daño. Aunque sea sólo un niño de meses y no entiende el significado de las palabras, él percibe que algo está prohibido por el tono de su voz. También es posible mostrarle un peligro fingiendo con gestos que algo le duele o le provoca daño.
Fuentes: Manual de prevención de accidentes, Clínica Alemana, Santiago de Chile. / Cuidando a tu hijo, doctora Patricia Salinas, Editorial Zig-Zag / Manual Merck, Editorial Océano.
Comentarios
MUY INTERESANTE LA PUBLICACIÓN Y DE GRAN AYUDA SOBRE TODO PARA MÍ YA QUE TENGO UN BEBÉ DE 6 MESES.