Por Silvana Di Monte. www.yoabuelo.cl
La Navidad es tal vez la fecha del año más esperada por los niños envuelta de una hermosa magia. La familia adorna la casa y los niños esperan los regalos que trae el Viejito Pascuero. Sin embargo el mundo del comercio ha hecho perder la magia y la sorpresa de antes. La mejor manera de vivir en plenitud la magia de la Navidad es dejarse contagiar por el entusiasmo y la espontaneidad de los niños. Es el momento de sentarse junto al árbol y contarles historias navideñas, pero háganlo creyendo firmemente lo que cuentan. También es momento para aprender villancicos. La Navidad es un momento para unir a la familia, cocinando galletas, pan de pascua y dulces.
La Navidad es una fiesta para los niños, son ellos el centro de atención. En esta fecha se sienten importantes y los regalos que recibirán sirven para demostrarles que son amados y merecedores de ese amor. Si esta fiesta se celebra con el espíritu justo su esplendor y magia continuará a sorprenderlo a lo largo toda su vida.
Es fundamental el papel de los padres en esta fiesta, la preocupación que ellos ponen en los preparativos de la casa creando un mundo que está en sintonía con los deseos más íntimos y con la imaginación del niño. Son momentos que no olvidarán porque les permite hacer de la fantasía una realidad. Después lo repetirán con sus propios hijos y se recordarán como la casa de su niñez se vestía de magia. Cuando preparo el árbol y decoro mi casa, hoy para mis nietos, me trasformo y entro en ese mundo mágico y misterioso.
¡FELIZ NAVIDAD!