La fimosis se presenta en un 10% de los niños mayores de 3 o 4 años de edad. Este cuadro se define como la incapacidad de retracción del prepucio por detrás del glande en forma fácil o espontánea, que se presenta con distintos grados de severidad.
La retracción del prepucio por detrás del glande, es decir, el estado normal, se establece naturalmente con el crecimiento. Como explica el doctor Mauricio Field, urólogo infantil de Clínica Indisa, generalmente en los recién nacidos está presente solo en el 5% de la población, aumentando al 50 % al año de vida y aproximadamente al 90% a los 3 años. Con frecuencia se asocia a esta condición la aparición de otras patologías, como infección urinaria, especialmente en lactantes menores de 1 año; balanitis o infección bacteriana del prepucio, enrojecimiento y secreción purulenta; y eventualmente una situación urgente denominada parafimosis, que consiste en la retracción forzada y permanente del prepucio que produce gran dolor e inflamación.
Muchas veces se recomienda circuncidar a los niños para corregir esta anomalía antes de los 3 años de edad, y no esperar que se resuelva espontáneamente.
Las complicaciones de la fimosis
La mayoría de las fimosis que se presentan en niños mayores de 3 años, son producto de una retracción temprana forzada, no recomendada, y que en ocasiones provoca fisuras del prepucio, lo que determina una fimosis cicatricial iatrogénica. Existe, además, otra forma de fimosis adquirida, por una reacción dermatológica del prepucio, de origen aún desconocido. Según indica el doctor Field, la fimosis predispone a infecciones balanoprepuciales o balanopostitis, infecciones urinarias, obstrucción o micción dificultosa (en “globito”) y parafimosis. La balanitis o balanopostitis es un aumento de volumen doloroso con secreción purulenta balanoprepucial, principalmente en pacientes con fimosis y mala higiene.
¿Qué es la parafimosis?
Es una emergencia urológica en que una fimosis, por una maniobra de reducción indebida, se atasca y produce estrangulación progresiva del prepucio. Para resolver esta situación es necesaria una reducción manual o quirúrgica de urgencia.
¿Cuándo es necesario operar?
Durante los primeros años la descamación celular con secreción sebácea, las erecciones y el crecimiento del pene, resuelven la fimosis y las adherencias prepuciales de manera espontánea, en un alto porcentaje de los niños. Sin embargo, en algunos casos se requiere de cirugía. Estos son los siguientes:
✚✚ Cuando la fimosis no mejora espontáneamente y persiste hasta la edad de 3 a 4 años, ya que se sabe que después la mejoría espontánea no ocurrirá.
✚✚ Si el grado de estrechez del prepucio y la existencia de complicaciones asociadas, como infecciones, entre otras.
✚✚ En niños mayores de 3 años con fimosis o con antecedente de balanitis, parafimosis o infecciones urinarias, o por motivos religiosos o raciales.
¿Cómo es la cirugía de fimosis?
Una circuncisión es una cirugía frecuente y a menudo de hospitalización transitoria o ambulatoria, que se efectúa bajo anestesia general con molestias postoperatorias fácilmente manejables y, en general, muy bien tolerada en especial en los niños más pequeños. Como señala el doctor Field, “aunque muchas veces los padres sienten temor ante una operación de este tipo, especialmente porque es necesario anestesiar completamente el niño, es una intervención muy segura, y exitosa en la gran mayoría de los casos”. Consiste en el siguiente procedimiento:
❱❱ Sección y eliminación del segmento estrecho del prepucio.
❱❱ Reposicionamiento del frenillo y liberación de las eventuales adherencias entre el prepucio y el glande.
❱❱ Las posibles complicaciones son habitualmente locales, como sangramiento moderado y hematoma o infección, las que con un adecuado tratamiento y reposo relativo se superan en 4 o 5 días.
¿Sabías qué en los recién nacidos y lactantes menores con estrechez severa de prepucio, la incidencia de infección urinaria es 20 veces mayor que en los que no sufren esta condición?
Cerca del 95% de los niños varones nace con estrechez de prepucio, lo que se denomina como “fimosis fisiológica”. Si bien con el paso del tiempo esta condición va cediendo, cuando esto no ocurre la cirugía es la única opción para evitar las infecciones y riesgos asociados a este cuadro.