Dormir y amamantar a tu bebé – PadresOk

Dormir y amamantar a tu bebé

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En esta etapa de su desarrollo, los recién nacidos necesitan comer en forma muy continua, lo que los lleva a tener un sueño nocturno interrumpido. A medida que crecen, su sueño se va modificando y ya no tienen que alimentarse tan a menudo; lo harán durante el día y en forma más eficiente. La “papa” de la noche es indispensable para que el niño pueda recibir la cantidad de alimento adecuado y no se produzcan hipoglicemias (bajo nivel de azúcar en la sangre). Asimismo, es fundamental para mantener el suficiente suministro de leche, ya que las tomas nocturnas promueven el funcionamiento de ciertas hormonas -como la prolactina- que aumentan la producción láctea. No es necesario establecerle un horario nocturno (aunque a medida que crezca tenderá a regularse en las horas de comida), porque se despertará solo, normalmente, y cuando lo requiera.

 La necesidad de lactar

La toma nocturna es completamente natural y puede representar un momento de gratificante intimidad entre tu bebé y tú, siempre que no enfrentes esta situación con angustia y tengas presente sus beneficios. Y es que, además de ser la responsable de la producción de leche, la prolactina es la hormona del descanso, ya que desarrolla una valiosa acción calmante que facilita el sueño. Dar el pecho durante la noche proporciona una sensación de satisfacción y serenidad al pequeño. Incluso aquellos que han dejado de pedirla hace tiempo, pueden volver a solicitarla durante los llamados ‘brotes de crecimiento’, que suelen producirse alrededor del segundo y cuarto mes de vida. En estos momentos aumenta la necesidad de alimentarse, la que el niño solo puede obtener incrementando el número de tomas a lo largo día. Se trata de etapas transitorias, ya que después de un par de días el pecho materno interpreta la señal enviada por el bebé -al haber más succión- y produce la leche necesaria para satisfacer el mayor apetito. En efecto, uno de los consejos que algunos pediatras dan a las madres cuando ellas señalan que sus hijos parecen quedar insatisfechos con el pecho, consiste en volver a la toma nocturna, muy útil para aumentar la producción de leche de una manera rápida. ¿Conclusión? Armarse de paciencia y buena disposición, por la salud y bienestar de tu hijo.

No es un capricho ni una mala costumbre. Al menos durante los tres primeros meses de vida, es normal y saludable que tu hijo se despierte en la noche para alimentarse.

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