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La primera alimentación sólida

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bebe comida

Si su hijo es alimentado con lactancia materna, alrededor de los 6 meses de vida, ésta ya no basta para cubrir las necesidades energéticas, por lo que es el momento de agregar a su dieta nuevos alimentos, que lo ayuden a su óptimo crecimiento y desarrollo.

A esta edad, además, el niño está preparado fisiológicamente para recibir poco a poco otros alimentos, porque puede sentarse y posee el reflejo de la deglución.

Como papás debemos tomar en cuenta que la introducción de las papillas son un gran cambio para el bebé, por lo que posible que al principio tengamos algunas dificultades para conseguir que ingiera todo su almuerzo. Ante ello, es recomendable introducir las nuevas comidas en forma progresiva de acuerdo a la tolerancia que observemos a los alimentos.

Para que las primeras comidas sean nutritivas y balanceadas deben incluir carnes rojas (vacuno), carnes blancas (ave), cereales, verduras y frutas. No deben llevar sal y deben prepararse con aceite 100% vegetal, preferentemente de maravilla, soya o maíz, pero nunca con aceite de oliva, pues no tiene los ácidos grasos que el niño necesita.

· Cómo comenzar

Algunos pediatras recomiendan que familiaricemos a nuestro hijo con la comida a través de los postres, ya que se asemejan en dulzura a la leche materna. Otros profesionales, en cambio, aconsejan comenzar con una papilla de verduras y carne, porque el bebé notaría la papilla de verduras sumamente desagradable en comparación con la de frutas.

Ante ambas posibilidades, es conveniente consultar con el pediatra, quien indicará qué tipo de papilla es la más conveniente para su hijo, y también le dirá cuándo es el momento más propicio para comenzar con el nuevo tipo de alimentación.

Normalmente se comienza reemplazando la mamadera del mediodía por una papilla de verduras, carne y cereal de arroz, ya que éste no contiene gluten. El gluten es una sustancia que se encuentra en la harina de algunos cereales y que puede provocar intolerancia en muchos bebés. Es muy conveniente que no coman nada que contenga esta sustancia hasta pasados los nueve meses de edad. Y cuidado… el gluten también se encuentra en el pan y las galletas.

· Menú básico·

Una cucharada de carne. No es necesario más, porque los riñones de los bebés aún no son capaces procesar los aminoácidos que producen las proteínas.
· Una papa chica y un pedazo de zapallo del tamaño de una caja de fósforo. Ellos aportan las calorías necesarias.
· 2 hojas de acelga, espinaca o un pedazo pequeño de zapallo italiano entregan al niño las fibras que necesita.
· ½ Betarraga y ½ zanahoria. Ambas le aportan vitaminas.

· Preparación:Ponga todos los ingredientes en una olla pequeña, con agua que los tape. Cuando estén cocidos, licúelos en la juguera, para darle la consistencia de un puré. Al momento de servir agregue una cucharada pequeña de aceite vegetal.
No es necesario ni conveniente echarle sal a la comida, ya que los niños pequeños no tienen maduro el riñón hasta más o menos el año de edad. Esta preparación debe ser de un volumen aproximado de 200 ml., que equivale a una taza de té.

· El postre. Desde el momento en que se inicia la alimentación no láctea, es recomendable incorporarle un postre de fruta molida y, en ocasiones, yogur sin trozos de fruta.

Las frutas más recomendadas por los pediatras son: manzana y pera, sin cáscara y molidas, preferentemente crudas; plátano molido, sin el centro, porque las pepas pueden producir alergia al pequeño.

Al igual que la comida, es probable que los primeros días acepte sólo un par de cucharadas, pero al cabo de un tiempo se lo comerá todo.

La introducción de otras frutas como el durazno y el damasco, por ejemplo, se hace gradualmente para variar los sabores.

Las calorías que aporta el azúcar son innecesarias a esta edad, por lo que los pediatras recomiendan aplazar su incorporación a la dieta del bebé.

· Incorporación de la segunda comida. 

Dos meses después de que se comenzó a dar una papilla a la hora de almuerzo, es el momento de incorporar la segunda comida, que reemplaza la toma de leche de las siete de la tarde.

Esta comida debe tener las mismas características que el almuerzo, es decir, consistencia de papilla y una cantidad equivalente a una taza de té.

A los ocho meses de edad se sugiere incorporar pescado (sin espinas), huevo y legumbres, por lo menos una vez a la semana en la alimentación del bebé. Éstas se deben pasar por un cedazo para que sean más fáciles de digerir por el pequeño.

· Alimentación después del año de edad.

Al año de vida la mayor parte de los niños tienen dientes, por lo que es necesario incorporar alimentación con más consistencia.

Para comenzar, reemplace las papillas por comida picada muy fina. A medida que los dientes vayan creciendo, preocúpese de incorporar pequeños trozos de alimentos para que su hijo mastique.

A medida que el pequeño va creciendo y masticando mejor, puede darle la misma comida que consume el resto de la familia, cuidando de picar los alimentos en forma separada para él y que la dieta sea saludable y con poca sal.

Asegúrese que su hijo reciba la alimentación necesaria para cubrir todos los requerimientos nutricionales. La forma de evaluar si la ingesta es adecuada, es que el niño tenga un adecuado incremento de peso y talla.

· Tips: Existen ciertos alimentos que producen alergias en los niños pequeños o por una falta de madurez del organismo, no se les debería dar hasta después del año de edad. Entre ellos se encuentran los siguientes:

·Arroz y fideos: conviene introducirlos después de cumplido el año, porque antes pueden producir alergias. Además, no es necesario agregarlos a la comida, porque la papa y el zapallo entregan las calorías necesarias y dan consistencia a la papilla.

·Pescado y mariscos: Pueden causar alergias e intoxicación y las espinas son peligrosas, por esto es mejor incorporarlos a la dieta del niño después del año.

·Frituras: Es recomendable aplazarlas lo más que se pueda, para darle una alimentación sana al niño.

·Huevos: También puede ocasionar alergias, por lo que es mejor retardar su introducción hasta el año de edad.

· Coliflor, brócoli, repollo y pimentón: Pueden causar flatulencia. Los pediatras recomiendan postergar su consumo hasta el momento en que el niño se incorpora a las comidas de la casa, aproximadamente a los dos años.

· Yogurt: El niño obtiene el calcio necesario para su desarrollo a través de la leche materna. Por este motivo los pediatras recomiendan que se privilegien otro tipo de alimentos por sobre los lácteos, como por ejemplo frutas. No obstante, si el niño a dejado de tomar leche por cualquier motivo, el yogurt y sus derivados son una importante fuente de calcio, indispensable para su crecimiento.

· El agua: Cuando los niños se alimentan con lactancia materna exclusiva, no necesitan agua. Una vez que se comienza con una comida, se les puede ofrecer agua. Pueden aceptar el líquido o no. Si no lo aceptan, no se les debe obligar, porque eso indica que no tienen sed.

Fuentes: Bernd Opernpaur, pediatra / Marcela Moenne, pediatra / Libro: Los dos primeros años de mi hijo, de los doctores Robreto Baechler y Marcia Teitelboim, Editorial Andrés Bello.

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