Infección de oídos ¿Cuál es su riesgo? – PadresOk

Infección de oídos ¿Cuál es su riesgo?

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Las infecciones en el oído, especialmente la que afecta al oído medio, pueden causar retraso en el desarrollo del lenguaje, dependiendo de la frecuencia con que afecten a los niños en la infancia. Al respecto, conversamos con la otorrinolaringóloga Aracy P. S. Balbani, sobre las causas y consecuencias de las infecciones reiteradas de oído en los niños.

Antonia tuvo más de 5 otitis cuando tenía menos de un año. Las reiteradas piscinas familiares y las tinas sumergidas eran su deleite. Nadie sospechó que sus otitis fueran la causa del grave problema que comenzó a afectarle en primero básico. Su madre cuenta que Antonia tuvo retraso para aprender a leer y parecía no entender lo que le decían. Por esta razón se sometió a diversos exámenes que detectaron una pérdida auditiva importante. Aunque Antonia es ahora una estudiante de música exitosa, su madre cree que sabiendo la relación entre otitis y retraso del aprendizaje, podría haberle evitado problemas a su hija. “Todos creían que era tonta, pero en realidad le costaba escuchar”.
La doctora Aracy P. S. Balbani -médico otorrinolaringólogo e investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Estadual Paulista de Brasil- ha estudiado la relación que existe entre otitis medias y retraso del desarrollo del lenguaje en niños. Ella explica que debido a un período más corto de amamantamiento materno o el ingreso precoz de los niños a la sala cuna, sumado al contacto con un gran número de niños en el colegio y el jardín infantil, son algunos de los factores que aumentan la incidencia de la otitis media en la infancia, por el mayor riesgo de contraer enfermedades respiratorias en espacios cerrados.

Otitis media
Las otitis medias son infecciones del oído medio, cavidad ósea protegida por la membrana del tímpano. Su función es recibir las vibraciones del aire (los sonidos) y transmitirlos al oído interno, donde se transforman en estímulos nerviosos. En su interior se encuentra una cadena de huesos que permiten amplificar los sonidos: el martillo, el estribo y el yunque. El oído medio contiene aire en su interior y se comunica con lo que resta del aparato respiratorio a través de la “trompa de Eustaquio”.
Las otitis medias pueden ser causadas por virus o bacterias y generalmente son complicaciones de gripes, resfriados y crisis de rinitis, alérgica o no. No es hereditaria ni contagiosa. Los padres pueden reconocerlas porque el bebé tiene fiebre alta, lloran a intervalos persistentemente, rechazan el pecho o los alimentos y se vuelven irritables rechazando todo tipo de juegos. Generalmente, el pediatra u otorrinolaringólogo diagnostica la otitis luego de un examen practicado al oído.
Según la doctora Balbani, una causa importante de las otitis medias en lactantes hasta los 2 años de edad “es el reflujo gastroesofágico, donde la regurgitación de leche parcialmente digerida y el ácido del estómago, provoca una inflamación de las vías respiratorias. También el volumen excesivo de adenoide es otro factor, ya que dificulta la respiración del niño y obstruye el orificio de la “trompa de Eustaquio”, lo que puede provocar acumulación de secreción en el oído medio, causando otitis media”.

Otitis y retraso del lenguaje
El primer estudio científico que mostró los problemas de lenguaje en niños con otitis media fue publicado en 1969. Desde entonces, investigadores de varios países comprobaron que hasta un 60% de los niños afectados con este cuadro pueden tener ese tipo de problema por un sinnúmero de factores. La doctora Balbani, quien ha publicado trabajos sobre el tema, señala que una de estas causas es que la secreción pasa a ocupar el lugar del aire en el oído medio, perjudicando la transmisión del sonido y provocando que los niños oigan sonidos distorsionados.
Asimismo, que las toxinas bacterianas y las sustancias químicas producidas por los glóbulos blancos presentes en el oído medio, pasan al oído interno lesionando sus células, y por último que la fluctuación de la audición de los niños, aunque sea solamente en un oído, perjudica el desarrollo de las áreas cerebrales envueltas en el lenguaje. Es en este punto en que la doctora Balbani enfatiza que “años después, esto puede traer consecuencias como déficit de aprendizaje escolar y dificultad para la lectura”.

Oído y aprendizaje
Normalmente el lenguaje aparece durante el primer año de vida y acompaña a casi todas las actividades humanas. Aparentemente su adquisición no requiere un esfuerzo especial, pero hay que tener en cuenta que el niño no nace “capaz de hablar”, sino que la interacción adulta, generalmente en el contexto de la familia, poco a poco va consiguiendo hacerle capaz de hablar. Los padres deberían observar si el niño no habla entre los 18 meses y los 3 años, y no entre los 2 años y medio y los 5 años, que es donde se produce el mayor número de consultas por retraso en el habla.
La doctora Balbani explica que los padres deben tener en mente que los niños ya son capaces de reconocer voces y sonidos cuando están en el útero, y los tres primeros años de vida son críticos para el desarrollo del lenguaje. “A los 18 meses el vocabulario de los niños tiene un promedio de 50 palabras y a los tres, unas mil. Si en este período se presentan otitis medias agudas repetidas u otitis secretora, el niño puede parecer desatento y lento para hablar, o incluso cambiar las palabras. En estos casos es muy importante visitar al médico”.
La evaluación del pediatra o el otorrinolaringólogo y los exámenes complementarios como la audiometría infantil o la timpanometría, entre otros, permiten diagnosticar eventuales pérdidas auditivas e iniciar un tratamiento precoz. La profesional explica que con un tratamiento adecuado -con medicamentos, cirugía o terapia con fonoaudiólogo- los niños con otitis medias recuperan el padrón normal de adquisición del lenguaje y se evitan futuros problemas de alfabetización escolar.

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