En estas semanas de cuarentena, los niños están todo el día en la casa y muchos papás no pueden estar pendientes de ellos porque tienen que salir a trabajar o hacer teletrabajo. Ante esto, es fundamental poner más atención aún a las cosas habituales que se encuentran en las casas y que pueden ser potencialmente dañinas para los menores.
El Dr. Carlos Rivera, jefe de la Unidad de Urgencia de Clínica Universidad de los Andes, entrega algunas pautas de con qué tener más cuidado y de lo que es mejor no tener en una casa con niños.
- Cocina: Los niños son muy curiosos y los potenciales peligros de la cocina son múltiples. Desde subirse a los muebles a buscar algo que vieron y caer, cortarse con algún cuchillo que encuentren a su alcance, hasta quemarse gravemente con el contenido de una olla o del hervidor, entre otros. Los niños jamás deben estar en la cocina solos y, si están dentro, necesitan supervisión constante.
- Pilas de reloj: Este tipo de batería es común, además, en controles remoto de portones y autos, en juguetes, pesas y termómetros digitales, calculadoras y cámaras. Su peligro radica en que, al tragárselas, un niño se puede ahogar o sufrir graves quemaduras y perforación de órganos abdominales e intestino, ya que, aunque estén vencidas, siguen teniendo carga y generan electricidad al entrar en contacto con jugos gástricos.
- Medicamentos: Ninguno es inofensivo y no se sabe qué efectos puede tener en quienes no ha sido recetado, sobre todo si es un niño.
- Sillas altas para niños: Son muy cómodas para alimentarlos, pero peligrosas al estar cerca de una mesa, ya que los niños pueden escalar a ella y caerse. Asimismo, apoyan los pies en la orilla de la mesa y empujan la silla hacia atrás.
- Alfombras sin adherencia: Principalmente en pisos flotantes y cerámicas, es habitual que, al pisarlas, una persona se resbale y caiga. Muy peligrosas son las que están puestas al comienzo de una escalera. El riesgo también se presenta cuando están arrugadas, siendo ideales para que alguien se tropiece. Para evitarlo, existen diversos elementos que se pueden poner por debajo e impiden su movimiento.
- Cordeles de cortinas: Si un niño lo alcanza, puede cruzarlo por su cuello fácilmente y asfixiarse. Por eso se recomienda no dejarlos a su altura y nunca poner una cuna cerca, ya que podría encaramarse y tomarlo.
- Escaleras de trabajo: Si no son guardadas en un lugar seguro, un niño puede escalarlas y llegar a lugares peligrosos, con electricidad o en altura, provocando graves caídas o la muerte.
- Estantes: Para los niños son una simple escalera por la que pueden alcanzar de manera casi sencilla los adornos que hay arriba y que tanto captaron su atención. El problema es que el mueble cede y puede caer, aplastando al menor. Para evitarlo, se debe apernar estos muebles al muro y no dejar arriba cosas atractivas para los niños.
- Piscinas: Que los hijos sepan nadar no es garantía de que no puedan ahogarse, por eso es indispensable poner rejas alrededor. Pero no cualquiera sirve, las condiciones son:
- Rejas de un mínimo 1.50 m de altura.
- Separación entre barrotes de no más de 10 cm, que no quepa la cabeza de un niño.
- Debe tener una puerta con seguro o chapa en la parte superior.
- No debe haber nada cerca de la reja que le permita al menor escalarla, como un piso, un juguete o una silla.
- No dejar objetos atractivos, inflables, juguetes o nada que llame la atención en su interior, ya que el niño tenderá a ir a buscarlos.
- Revisar los bordes de la piscina especialmente cerca de pilares, porque animales domésticos suelen hacer espacios por los que los niños pueden reptar y cruzar bajo las rejas.A pesar de estas medidas, la más importante es la supervisión. Un niño jamás debe estar solo cerca de una piscina.
- Camas saltarinas: Pueden ser uno de los juegos más entretenidos, incluso para los grandes, pero también son de los más peligrosos. Suelen ser la causa de fracturas, lesiones cervicales y esguinces. Además, cuando la malla protectora no está en buenas condiciones, quienes están saltando, pueden caer fuera de la cama, pudiendo tener consecuencias fatales.
- Armas: El ideal es no tenerlas en la casa, pero si deben estar ahí, se recomienda siempre mantenerlas en un lugar fuera del alcance de los niños y descargadas, con las balas bajo llave y en otro lugar.
“También es importante instalar mallas protectoras en las ventanas o terrazas y, si la casa tiene jardín, estar siempre atentos a cuando los hijos salen, ya que podrían sufrir algún daño o, si la reja queda abierta, salir a la calle. Asimismo, fijarse que no haya un niño cerca al sacar o entrar el auto”, concluye el Dr. Rivera.