• En Chile el 72% de la enfermedad se presenta en adolescentes y adultos.
• Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos y Reino Unido incluyeron en su programa nacional la vacuna para adolescentes entre 11 y 14 años.

A nivel mundial, los adolescentes y adultos jóvenes son los portadores asintomáticos más frecuentes de la bacteria del meningococo, lo que significa que la alojan en su nariz sin desarrollar la enfermedad, actuando de este modo como fuente de contagio principalmente a recién nacidos y niños pequeños, razón por lo que otros países han incorporado esquemas de vacunación en el segmento adolescente, lo que ha disminuido considerablemente los casos de meningitis en la población.

Así lo explicó el doctor Roberto Debbag, pediatra argentino experto en infectología, quién señaló que en su país la vacunación contra la meningitis en adolescentes se implementó en el plan nacional de inmunizaciones hace algunos años.

“Luego de investigar lo sucedido en otros países con este esquema, nuestro objetivo fue disminuir la portación nasofaringea de la bacteria en los adolescentes y así constribuir a la disminución de la incidencia de la enfermedad en grupos más vulnerables”.

La enfermedad meningocócica es difícil de reconocer, especialmente en la primera etapa, dado que sus síntomas son similares a los de las infecciones virales más comunes. Los más frecuentes son rigidez de nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad (sensibilidad  a la luz), confusión, cefalea y vómitos. Se caracteriza por ser una patología de progresión rápida y letal, dejando poco tiempo para un diagnóstico y tratamiento eficiente. En las primeras 24 a 48 horas, su mortalidad puede afectar entre 5% y 10% de los pacientes; entre los sobrevivientes, de 10% a 20% pueden quedar con secuelas permanentes como sordera, amputaciones de extremidades o dedos, hasta daño neurológico.

Cabe destacar que la meningitis se transmite por contacto directo con personas infectadas, que pueden ser enfermos o portadores sanos asintomáticos, a través del aerosol de gotitas de secreciones nasofaringeas (al toser, estornudar, besar). Se considera “contacto” a las personas que viven y duermen con el enfermo o permanecen 5 horas o más dentro de un recinto cerrado con él, por ejemplo la familia, salas de clase, internados, cuarteles o pasajeros de un mismo bus en un viaje de 5 horas o más. El periodo de incubación medio es de 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.

En Chile, la vacuna antimeningocócica conjugada contra los serogrupos A, C, Y y W-135 causantes de meningitis, se administra en una única dosis a los 12 meses de edad y fue incluida en el Calendario de Vacunación desde el año 2014.

De acuerdo al Ministerio de Salud, en Chile en el año 2016 se logró un 91,1% de cobertura en la vacunación contra el meningococo.

“La estrategia de vacunación en adolescentes ofrece no solo el beneficio de la protección directa del grupo vacunado, sino también la protección indirecta que genera la disminución de la bacteria al resto de la población no inmunizada”, indicó Dabbag.

Hay personas que son portadoras de la bacteria, que a veces, por razones no totalmente esclarecidas, puede superar las defensas del organismo y propagarse al cerebro a través del torrente sanguíneo. Se cree que un 10 a 20% de la población es portadora de la bacteria Neisseria meningitidis, aunque la tasa de portadores puede ser más elevada en situaciones epidémicas, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.

La entidad recomienda la vacunación a nivel mundial como el mejor mecanismo de control de la enfermedad.

“Ante esta enfermedad, incluso un diagnóstico precoz puede resultar en una evolución insatisfactoria. Es por esto que promovemos la prevención a través de la inmunización. Esta herramienta ha demostrado ser la estrategia más eficiente para el control del contagio del meningococo en la población”, señala Rodolfo Villena, pediatra e infectólogo de Clínica Las Condes, y agrega que: “el llamado es a que las personas se acerquen a sus médicos para evaluar la forma de vacunación disponible en Chile, la que puede ser administradas desde los 2 meses de vida”.