Una de cada diez embarazadas presenta rotura prematura de membranas, complicación que puede provocar en el feto un cuadro de septicemia, parto prematuro e incluso aborto. Afortunadamente, un novedoso test permite detectar a tiempo.
Popularmente se le conoce como ‘romper fuentes’ o ‘ruptura de la bolsa de aguas’. En términos médicos, se le denomina Rotura Prematura de Membranas (RPM) y es responsable de muchas complicaciones en el embarazo y el parto; desde infecciones leves a cuadros de septicemia en el futuro bebé, pasando por nacimientos prematuros e incluso pérdidas, si ocurre en etapas tempranas de la gestación. Lamentablemente no existe forma de anticipar qué mujeres presentarán RPM, a pesar que algunos factores de riesgo aumentan la probabilidad de padecerla. Entre ellos, tener diagnóstico de placenta previa, historial de partos prematuros o de rotura prematura de membranas en gestaciones anteriores o haber presentado infecciones vaginales recurrentes. Las mujeres que consumen tabaco y alcohol durante el embarazo, las que han tenido varias operaciones en el útero (por ejemplo, múltiples cesáreas o miomas), y aquellas que presentan polihidramnios (mayor líquido amniótico que lo normal), también tienen mayor probabilidad de padecer RPM.
Un peligro latente
El mayor riesgo asociado a esta patología es que, al romperse la membrana que protege y aísla al feto, éste entra en contacto con bacterias, lo que puede provocarle una septicemia por infección, comprometer su completo desarrollo pulmonar (hipoplasía) y ocasionar el desprendimiento del cordón umbilical. En los casos más graves -cuando se descarga el líquido amniótico- la RPM puede derivar en nacimientos prematuros o incluso abortos. “Por lo general, cuando las membranas se rompen, hay que interrumpir el embarazo, porque de lo contrario, es muy probable que el feto se infecte. Habitualmente esto ocurre en forma prematura, a las 28, 30 ó 34 semanas de gestación, situación que es más peligrosa aún, porque los prematuros son muy sensibles a las infecciones, de modo que incluso existe el riesgo de muerte”, confirma el doctor José Lattus, ginecobstetra y docente del Departamento de Medicina de la Universidad de Chile y jefe de la Unidad de Preparto del Hospital Dr. Luis Tisné.
En ciertos casos, aun estando rotas las membranas, es posible mantener el embarazo por algún tiempo, siempre y cuando se efectúen exámenes que indiquen que no existen infecciones. “Si la mamá llega a la clínica y las pruebas de sangre descartan la presencia de infecciones se la mantiene en observación. Si en el transcurso de esos días, los exámenes de laboratorio se van alterando y sospechamos que la infección está en el embarazo, iniciamos un tratamiento con antibióticos, corticoides y posteriormente se programa el nacimiento de la mejor manera posible”, explica el especialista.
Infección silenciosa
Aunque en un principio la rotura de membranas no provoque una infección en el feto, el riesgo de que esto ocurra aumenta a medida que pasan las horas y lo peor es que en ocasiones, la pérdida de líquido amniótico -producto de la RPM- es tan ínfima que la madre ni siquiera lo percibe o bien cree que se trata de otros fluidos.
Las mujeres que consumen tabaco y alcohol durante el embarazo, las que han tenido varias operaciones en el útero (por ejemplo, múltiples cesáreas o miomas), y aquellas que presentan polihidramnios (mayor líquido amniótico que lo normal), también tienen mayor probabilidad de padecer RPM.
El líquido amniótico puede confundirse con al menos otros cinco diagnósticos; leucorrea (flujo vaginal anormal, producto de infecciones vaginales), desprendimiento del tapón mucoso, alguna malformación en las membranas que lleve a perder líquido sin ocasionar rupturas totales, una hidrorrea desidual o simplemente una pérdida involuntaria e inadvertida de orina.
En efecto, tal como explica el doctor Lattus, el líquido amniótico puede confundirse con al menos otros cinco diagnósticos; leucorrea (flujo vaginal anormal, producto de infecciones vaginales), desprendimiento del tapón mucoso, alguna malformación en las membranas que lleve a perder líquido sin ocasionar rupturas totales, una hidrorrea desidual o simplemente una pérdida involuntaria e inadvertida de orina. El mayor peligro radica en no identificar oportunamente cuándo se trata de pérdida de líquido amniótico. “Hay roturas que son evidentes, que se producen en la zona baja del huevo, que está en contacto con el cuello uterino y que provocan una descarga abundante de líquido. Otras, en cambio, ocurren más hacia arriba, en zonas cubiertas por el útero o bien son tan pequeñas que a través de ellas apenas salen unas gotitas. Ésas son las más difíciles de detectar y pueden ser incluso más peligrosas, porque la mujer podría confundirla con orina u otra cosa y quedarse en la casa, donde termina infectándose”, advierte este especialista.
Un test relevador
La buena noticia es que actualmente existe un método simple y veraz para identificar si una embarazada está perdiendo líquido amniótico a través de la vagina. Según cuenta Verónica Valdebenito, product manager de Drag Pharma -la compañía farmacéutica que trajo a Chile este producto- “AmniSURE es un test que permite pesquisar rápidamente si hay filtración de la proteína placentaria microglobulina -1 (PAMG-1), una sustancia que está presente en las secreciones cérvicovaginales una vez que se ha producido la rotura de las membranas fetales”. La PAMG-1 se encuentra exclusivamente en el líquido amniótico, por lo que es casi imposible fallar en el diagnóstico una vez detectada su presencia en el canal vaginal.
De acuerdo a sus creadores, el test posee una exactitud del 99% y no genera mayores molestias a la madre. Consiste básicamente en tomar una muestra de flujo vaginal, que se lleva a un solvente y luego a una cinta que muestra una línea (negativo) o dos (positivo). Los resultados se interpretan en forma visual durante la misma consulta médica, en 5 a 10 minutos. “Con este test, hoy en día la rotura de membranas se puede detectar prematuramente y con los cuidados médicos adecuados, ésta puede regenerarse, tal como ocurre con la piel. Los doctores indican reposo, prescriben antibióticos para evitar que el feto contraiga infecciones, suspenden algunos ejercicios físicos y modifican la alimentación para evitar presionar innecesariamente la membrana”, precisa la representante dela División Humana de Drag Pharma.
“Se trata de un test bien específico y que puede ser muy útil. Es el primero que existe para detectar líquido amniótico, porque los otros exámenes que hacemos para detectar rotura de membranas son menos evidentes, como una ecografía oun examen con espéculo”, señala el doctor Lattus.
“La idea es ampliar su uso en todo el país. De hecho, estamos trabajando a nivel de ministerio (de salud) para ver la posibilidad de convertirlo en un examen de rutina para la prevención de parto prematuro”, adelanta Verónica Valdebenito. La ejecutiva agrega que cualquier embarazada que tenga sospechas de presentar rotura de membranas puede solicitar a su médico que le realice este examen. “Es un test muy simple, que incluso podría hacerse en el hogar. Sin embargo, siempre es necesaria la orientación y validación del especialista”, concluye.
Síntomas de RPM
Consulte inmediatamente a su doctor si presenta: • Pérdida o flujo abundante de líquido de la vagina. Algunas mujeres describen que este líquido tiene olor parecido al cloro. • Humedad constante en la ropa interior.