Las primeras 24 horas de nacido se denominan periodo de transición. Aquí, alterna periodos de actividad y tranquilidad, moviendo sus extremidades, abriendo los ojos, mamando de manera vigorosa, relajándose y durmiendo profundamente. Además, necesita la protección de sus padres y la vinculación estrecha con su mamá.
El bebé se ve enfrentado a la vida extrauterina, a un mundo desconocido que le exige nuevas habilidades. “El pequeño tiene tareas complejas, como la readecuación cardiorespiratoria y circulatoria, ya que en el vientre materno su circulación sanguínea y la entrega de nutrientes y oxígeno lo realizaba su madre a través del cordón umbilical”, explica Teresa Cuevas, académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello. “Sus pulmones, que estaban llenos de agua, ahora cumplen la función del intercambio gaseoso, para respirar”, dice la enfermera, quien agrega que “debe poner en marcha sus mecanismos de homeostasis y la maduración de sus sistemas enzimáticos”. El recién nacido se ve expuesto a un sinfín de estímulos derivados del ambiente y otros que provienen de la atención del equipo médico y de los familiares que esperan por conocerlo. “El personal de salud realiza acciones destinadas a la pesquisa oportuna de complicaciones, derivadas de la adaptación cardiorespiratoria y de la termorregulación, así como identificación de malformaciones u otras patologías, lo que implica evaluaciones y exámenes al bebé”, dice la especialista.
Al llegar a casa
Respecto a cuáles son las recomendaciones que deben seguir los padres de un hijo recién nacido en casa, Teresa Cuevas, sugiere “procurar un ambiente seguro y libre de enfermedades. Por muy difícil que parezca, todos quienes visiten al bebé deben estar sanos y lavarse las manos”, advierte. Asimismo, aconseja:
❤❤ La cuna debe tener barandas con barrotes de no más de 7 cm de separación entre uno y otro, y el colchón debe quedar justo en la cuna para que el niño no caiga entre espacios vacíos.
❤❤ Procurar un ambiente armónico con música suave y luz tenue. Mientras duerme, es conveniente disminuir los estímulos, para favorecer un adecuado descanso.
❤❤ Se recomienda que la temperatura del ambiente sea de alrededor de 20 grados, libre de corrientes de aire. En general, lo ideal es vestir al niño con una capa más de ropa de la que lleva puesta la mamá.
