Tu embarazo de la A a la Z – PadresOk

Tu embarazo de la A a la Z

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Junto con la alegría de un nuevo embarazo, las dudas, temores y aprehensiones se apoderan de tu mente, en especial si eres primeriza. ¡Es cierto! Hay muchas cosas que debes saber cuando estás embarazada: sobre los controles prenatales y exámenes médicos, cambios físicos, emocionales y en la piel, alimentación y ejercicios.

LOS CONTROLES PRENATALES

El primer control es uno de los más importantes y en el que más información le darás a tu médico. Por lo general, incluye el desarrollo de un historial clínico completo, como antecedentes médicos y quirúrgicos, alergias, embarazos anteriores y la regularidad de tus ciclos menstruales. También considera algunos exámenes, que se efectuarán únicamente en este momento. El médico va a querer conocer tus síntomas de gestación, la fecha del último período menstrual -para determinar la fecha probable de parto (FPP) y examinará el cuello uterino y el útero, para detectar los signos de gestación. Se suelen solicitar algunas de laboratorio, como grupo sanguíneo y tipo de factor Rh, glicemia (nivel de azúcar en la sangre), conteo de glóbulos rojos (para descartar anemia), detección de enfermedades de trasmisión sexual y exámenes de orina, junto con la primera ecografía, que verifica el tamaño, la edad gestacional y confirma la FPP. Determina el estado del feto y el latido cardíaco. Generalmente se realiza a partir de las cinco semanas de gestación.

El médico también hará un examen físico completo, que incluye la medición de tu presión arterial, peso y talla.

 ¿Por qué es importante el prenatal?

El reposo prenatal tiene objetivos claros:

Entregar las condiciones de reposo necesarias para asegurar el adecuado crecimiento fetal, sobre todo porque las últimas semanas de embarazo son las de mayor ganancia de peso del futuro bebé.

Aliviar los síntomas maternos de las últimas semanas de embarazo, en especial las molestias físicas del peso del útero sobre la pelvis.

Muchos cambios y emociones

Primer trimestre.

En esta etapa es normal experimentar una serie de cambios, a nivel físico y emocional: cansancio, fatiga y somnolencia, necesidad de orinar frecuentemente, náuseas -con o sin vómitos- salivación excesiva, acidez de estómago e indigestión, flatulencia, aversión o antojos respecto a ciertos alimentos y estreñimiento; cambios en los pechos, entre ellos pesadez, mayor sensibilidad, oscurecimiento de la areola y abultamiento de las glándulas sudoríparas de la areola -tubérculos de Montgomery- que toman el aspecto de piel de gallina.

Segundo trimestre

En este periodo es normal sentir cansancio, disminución de las náuseas y vómitos; en unas pocas mujeres los mareos matutinos continúan. También es frecuente el estreñimiento, congestión y hemorragias nasales ocasionales; sangramiento de encías, aumento del apetito y, a partir del cuarto mes, movimientos fetales, más evidentes para las mujeres muy delgadas o que han tenido embarazos anteriores. También es posible experimentar sensaciones dolorosas en la parte inferior del abdomen (debido al estiramiento de los ligamentos), venas varicosas en las piernas, aumento del pulso, dolores de espalda y flujo vaginal blanquecino. Dentro de los cambios emocionales es posible sentir más estabilidad, con menos cambios de humor, pero aún irritabilidad ocasional y distracción.

Tercer trimestre

Es frecuente experimentar dolor en la parte inferior del abdomen, calambres en las piernas, falta de aliento, dificultades para dormir, contracciones de Braxton Hicks ocasionales, habitualmente indoloras (el útero se endurece durante un minuto y luego vuelve a su estado normal), calostro en los pechos -que sale espontáneamente o al presionarlos- y pérdidas vaginales blanquecinas más frecuentes. A partir del octavo mes pueden hincharse los tobillos, pies, cara y manos; además de sentir picazón en el abdomen. Si ya utilizabas cremas para evitar las estrías aumenta su frecuencia a dos veces por día. En esta etapa surgen sentimientos de aprehensión creciente por la salud del bebé y el momento del parto, y se intensifican los estados de distracción. A nivel físico, es probable que experimentes mayor cansancio y pesadez.

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