Doctor, mi hijo no para de toser…se pone rojo y vomita con la tos…”. Muchas veces en nuestra consulta nos vemos enfrentados a esta situación con padres muy angustiados que requieren de ayuda. Es cierto que las posibilidades son muchas, pero no es menos cierto que probablemente vendrá a nuestras cabezas un pensamiento válido ¿Será una coqueluche?
Esta enfermedad contagiosa (también llamada tos convulsiva) afecta fundamentalmente a niños, pero puede aparecer en cualquier edad. Sin embargo, su gravedad es mayor en niños pequeños, preferentemente menores de 6 meses, que aún no han completado su esquema de vacunación y es ocasionada por una bacteria que se transmite por secreciones respiratorias.
Una de las dificultades de la enfermedad, es que muchas veces el contagio viene desde los adultos, los cuales podemos portar la bacteria y no tener síntomas, contagiando a niños pequeños sin saberlo. Su aparición puede ser desde apneas (dejar de respirar) en niños pequeños, hasta un simple catarro en adultos. Sin embargo, la presentación mas típica es la de accesos de tos en salva, es decir, uno tras otro, con un gallito inspiratorio al final.
El tratamiento se realiza con antibióticos, que deben ser indicados por el pediatra. Los jarabes para la tos tienen escasa utilidad, y deben ser siempre utilizados por prescripción médica.
Afortunadamente existen dos tipos de vacunas para esta enfermedad, ambas incluidas actualmente en el programa nacional de inmunizaciones. Se vacuna al niño a los 2, 4, 6 meses y 18 meses, y en el primer año de educación básica. Es la denominada vacuna pentavalente, disponible gratuitamente en todos los consultorios del país.
Por otra parte, los familiares del niño deben ser tratados preventivamente con antibióticos con el fin de evitar diseminar el contagio.
¿Y qué pasa con el recién nacido que aún no se vacuna? En nuestro país, a partir del mes de marzo, se ha implementado la estrategia “capullo”, que consiste en vacunar al entorno del recién nacido (que no se puede vacunar por su edad), es decir, padre, madre, y todo individuo mayor de 12 años que conviva con el niño, con una vacuna especial, que evita exponer al pequeño a esta temida enfermedad.
El año recién pasado tuvimos un aumento de casos, lo que nos llevó a estar en estado de alerta como sistema de salud y a implementar la estrategia de capullo ya mencionada. Sin embargo no todo niño que tose tiene coqueluche. Las características del cuadro deben acercarse a lo descrito, y de todas maneras los virus respiratorios siguen siendo los mayores causantes de tos en el niño.