La motricidad y el lenguaje de 0 a 3 meses – PadresOk
La motricidad y el lenguaje de 0 a 3 meses
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Chiara Alberio psicopedagoga clínica  de  UNIPED (Unione Italiana Pedagogisti)  sostiene que la motricidad es la base del lenguaje. Dice que el movimiento tiene un rol fundamental en los procesos de representación mental a partir de las fases embrionales.

El movimiento en el niño no es sólo un mecanismo para obtener algo, tiene un rol fundamental en la formación mental y para la adquisición del lenguaje. (Oliveiro 2001).  Durante las primeras fases del desarrollo el recién nacido tiene un rol mas bien pasivo y se limita a observar e internalizar la serie de movimientos y acciones que le producen  bienestar. Cada movimiento de la madre o del adulto que lo cuida tienen consecuencias positivas en él: las caricias, satisfacen su necesidad de contacto físico, la comida le calman el hambre, cada palabra o gesto del adulto responden a su curiosidad y a la necesidad de explorar el mundo.

A medida que crece los movimientos del recién nacido serán cada vez más precisos y coordinados los cuales  irán produciendo ciertos cambios en el mundo que lo rodea. Estos movimientos tienen memoria que codifican secuencias de movimientos que  satisfacen situaciones específicas como ciertos gestos o movimientos musculares. Este tipo de memoria muscular es la partida para el aprendizaje del lenguaje donde aparece la importancia de la interacción con el niño.

Chiara Alberio, en su artículo,  sostiene que la palabra no se adquiere por repetición, la capacidad de comprender y de expresarse se adquiere a través de la llamada “sincronía interactiva”, los niños a las pocas semanas son capaces de realizar una serie de movimientos en respuesta al lenguaje humano. Por lo tanto, el lenguaje se produciría porque el niño tiene la capacidad de afinar y potenciar una serie de actividades cognitivas que se encuentran en las funciones sensoriales, motoras y en la comunicación.

Entonces podemos concluir que para una buena adquisición del lenguaje es de vital  importancia  comunicarse tanto afectivamente como verbalmente con el recién nacido. Todo lo que los padres realicen como conversarle, cantarle, acariciarlo, quedarán en la memoria del recién nacido y beneficiará  el  desarrollo del lenguaje.

   

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