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Dolores de espalda en el embarazo ¿Son normales?

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Columna doctor José Andrés Poblete.

La mayoría de las mujeres siente dolor de espalda en algún momento de su embarazo, muchas veces es una molestia llevadera, pero en algunas ocasiones puede ser invalidante.

El embarazo es una condición que predispone al dolor de espalda por dos razones claves. La primera de ellas se refiere a la pérdida del tono muscular abdominal, tanto por el efecto de la progesterona sobre el músculo, como también por el crecimiento uterino que elonga y separa los rectos abdominales. De este modo, mantener la bipedestación depende del trabajo de los músculos paravertebrales, los que se ven sobrecargados generando contracturas localizadas y dolor. Por otro lado, el aumento de la curvatura lumbar acentúa la lordosis lumbar, y con ello dolor en esta zona, especialmente en aquellas pacientes que sufren de escoliosis o hiperlordosis.

Estas molestias, consideradas esperables dentro del desarrollo del embarazo, tienen un primer enfrentamiento con medidas de sostén abdominal (faja prenatal) y calor local húmedo, que alivia la contractura paravertebral. El uso de analgésicos o antiinflamatorios debe ser bajo supervisión médica, ya que ellos tienen efectos peligrosos para el embarazo, como el oligoamnios (ausencia de líquido amniótico).

Si el dolor no cede, se recomienda la evaluación de un especialista, para determinar si existe alguna condición agravante preexistente y recomendar la terapia de apoyo para la rehabilitación muscular, mediante ejercicios supervisados por kinesiólogos.

Los dolores lumbares con irradiación hacia la cara posterior del muslo, que alcancen hasta la rodilla o el pie, requieren una evaluación médica precoz, ya que puede existir una compresión neural por una hernia de núcleo pulposo, que se vuelva sintomática por el cambio en la curvatura de la columna.
Siempre es importante la prevención de estas molestias, y para ello se aconseja mantener una actividad física que favorezca la fortaleza de la musculatura abdominal y un incremento adecuado de peso, de manera de no sobrecargar la columna. Ejercicios como yoga, Pilates o natación son los más recomendados para prevenir estas molestias.

En suma, es esperable que en un embarazo normal existan molestias lumbares, pero si no ceden con medidas generales y ejercicio, es aconsejable visitar a un especialista para optimizar el tratamiento y recibir el apoyo kinesiológico más adecuado y pertinente.

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