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Lactancia artificial y apego…cuando la mamadera es la única opción

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El amamantamiento es una instancia única de conexión e intimidad entre madre e hijo, que contribuye a establecer un buen apego. Pero ¿Qué pasa entonces con aquellas madres que no tienen otra opción que la lactancia artificial? ¿Es posible desarrollar un vínculo emocional bajo estas condiciones?

Para un bebé no hay nada mejor que la leche materna. No sólo satisface sus demandas nutricionales, mejora sus defensas y su sistema inmunitario, sino que además -se ha comprobado- el amamantamiento contribuye a crear lazos afectivos fuertes entre el pequeño y su madre. Si bien esta es la situación ideal, la realidad es que hay mujeres que no están en condiciones de amamantar a sus hijos. Muchas de ellas terminan sintiéndose culpables, por no poder brindarle a sus bebés los numerosos beneficios de la leche materna.

Afortunadamente, hoy existen leches artificiales capaces de satisfacer todas las demandas nutricionales de un niño, con la cantidad de proteínas, calorías, grasas, vitaminas y minerales adecuadas para su crecimiento. En cuanto al componente emocional que supone el amamantamiento, los especialistas aseguran que si la madre le transmite al bebé la felicidad y satisfacción experimentadas por saber que está haciendo todo lo posible por cubrir sus necesidades nutricionales y afectivas, el niño crecerá sano y feliz, aun cuando sea con lactancia artificial.

La mamadera con amor

Los pediatras suelen recomendar algunos métodos para establecer un vínculo emocional con el bebé que es alimentado con fórmula. Todos ellos van orientadas al cuidado y dedicación que se le dé al niño, así como al amor que se la transmita. Es muy diferente la actitud que tiene una madre hacia su hijo cuando no amamanta debido a un problema de salud, que si deja de hacerlo sólo por razones de estética.

Una de las habilidades que el bebé adquiere al ser amamantado es fijar la vista; esto mismo les sucede cuando se les alimenta con mamadera. Lo importante es la atención con que lleve a cabo el proceso de alimentar al niño. La madre debe permitir que su hijo la mire a los ojos mientras lo alimenta, para que adquiera esta importante conducta. Algunas, hasta prefieren dar la mamadera sin sostén, apoyando al bebé sobre su pecho.

Las ventajas de amamantar con mamadera es que le da la oportunidad al padre de participar, se puede tener controlada la cantidad de leche que toma el niño y la leche no se ve nunca afectada por la posible ingestión de medicamentos por parte de la madre.

Artículo publicado en revista PadresOk

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