Vitamina C en el embarazo: un aporte necesario  – PadresOk

Vitamina C en el embarazo: un aporte necesario 

Compartir:
fruits-82524__340

El embarazo aumenta la necesidad de la mayoría de los nutrientes, incluida la vitamina C. La placenta transmite esta vitamina de la mamá al niño y al momento del nacimiento los niveles de este componente en el recién nacido duplican a los de la madre. Por esta razón, las embarazadas requieren vitamina C adicional; necesidad que se mantiene durante la lactancia por ser la leche materna una rica fuente de vitamina C.

Entre las principales funciones de la vitamina C o ácido ascórbico están regular la síntesis del colágeno -proteína que proporciona elasticidad de los tejidos y que ayuda a prevenir las líneas de expresión y las manchas cutáneas producto de la edad- incrementar en gran medida la acción cicatrizante del organismo, favorecer la absorción del hierro, disminuir los niveles de colesterol en la sangre, evitar la penetración de radicales libres debido a su acción antioxidante, garantizar la transmisión correcta de los impulsos nerviosos y fortalecer el sistema inmunológico.

Durante el embarazo la vitamina C es necesaria para producir colágeno, proteína que actúa como el cemento que une a las células de las membranas amnióticas, las cuales actúan como una barrera protectora entre el medio interno -uterino- y el externo, protegiendo al bebé de agentes extraños. Este nutrimento también participa en el crecimiento y reparación de las células de los tejidos, encías, vasos sanguíneos, huesos y dientes, tanto de la madre como del bebé. Es así como su adecuado consumo antes y durante el embarazo previene el riesgo de infecciones y de parto prematuro. Además, diversos estudios en el mundo consideran que el consumo de alimentos con altos contenidos de vitamina C disminuye el riesgo de desarrollar peligrosos niveles de presión sanguínea durante el embarazo, enfermedad también conocida como preeclampsia.

Asimismo, la vitamina C es necesaria para estimular la absorción de hierro y vitamina D, así como mejorar la absorción de calcio y su incorporación a los huesos.

¿Cuánto y cómo consumir?

La Ingesta Diaria Recomendada (IDR) para mujeres adultas es de 60 mg/día, sin embargo otras fuentes como la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiendan 30 mg/día. En el embarazo las necesidades pueden aumentar a 50 mg/día (según la OMS) ó 70 mg/día, ya que es necesaria para absorber con mayor eficiencia el hierro, para la formación de tejidos y para convertir el ácido fólico a su forma activa. Este incremento en los requerimientos debe ser compensado consumiendo alimentos adecuados, como vegetales y fruta, donde esta vitamina más abunda.

En su estado natural la vitamina C se encuentra fácilmente en cerezas, limones, naranjas, mandarinas, mangos, piña, pomelo, melones, fresas, papayas, kiwis y manzanas. En cuanto a los vegetales destacan el brócoli, coliflor, tomates, papas, champiñones, repollo y cilantro. Asimismo, en el mercado es posible encontrar alimentos manufacturados que vienen reforzados con vitaminas, como es el caso de los cereales, leche y gelatina, entre otros.

Es importante mencionar que esta vitamina es muy sensible a la luz, a la temperatura y al oxígeno del aire. “Un jugo de naranja natural pierde su contenido de vitamina C a los 15 ó 20 minutos de haberlo preparado, y también se pierde un porcentaje de vitamina en las verduras cuando las cocinamos. Eso hace necesario a veces tomar suplementos adicionales, los que siempre deben ser recomendados por un médico.

 

 

Articulo Previo

6 conductas por las que han aumentado las intoxicaciones en la casa

Articulo Siguiente

¿Cuál es la postura adecuada en el parto?

Te podría interesar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *