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Juegos sexuales de los niños

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A medida que el niño crece y se desarrolla, descubre situaciones hasta ahora inexistentes para él. La sexualidad es una de ellas y se manifiesta de distintas maneras en el niño hasta que alrededor de los 3 años, descubre la sensación de placer que le producen sus genitales y las diferencias con respecto al sexo opuesto.

Tal como explica la psicóloga clínica de la Universidad de París V, Gabriela Ducaud, quien trabaja en el departamento de psicología del Colegio Alianza Francesa, «la sexualidad del niño no aparece en la adolescencia, sino que es un proceso que se inicia en las primeras relaciones que el bebé establece desde su nacimiento. Así va descubriendo todo tipo de sensaciones que marcan su ser sexuado».

Naciendo a la sexualidad

Cuando el bebé nace, comienza a recibir mucha información de sus sentidos. En una primera etapa predominan las sensaciones agradables ligadas al amamantamiento y a los cuidados de su cuerpo, que son inseparables de la relación con la madre. Alrededor de los ocho meses, la masturbación se describe como conducta normal, que tiene características placenteras y exploratorias. Progresivamente y cerca de los dos años, los niños descubren sensaciones de placer ligadas a la motricidad y al control de esfínteres.

Según la profesional, «cerca de los tres años los niños descubren las diferencias sexuales y surgen las fantasías en torno al tema. Exploran su cuerpo, el de sus padres y hermanos, así como también preguntan sobre el nacimiento de los bebés». En este sentido, la profesional señala que «esta curiosidad es sana y está ligada a su despertar intelectual».

Pero, ¿cómo los niños descubren el placer de tocarse?. La psicóloga explica que «el ser humano es atraído por sensaciones placenteras y busca repetirlas. Éstas se van focalizando más en los órganos genitales y es así como el niño descubre conscientemente este nuevo placer».

El hecho que un menor acaricie sus genitales constituye un acto de total normalidad dentro de su desarrollo. Lo que deja de ser normal, según la profesional, «es que el niño lo haga de modo compulsivo, es decir, que deje de lado sus actividades habituales, como jugar y se aísle buscando su autoerotismo de modo repetitivo. También es anormal que lo haga reiteradamente en público».

La psicóloga agrega que esta conducta no se mantiene estable durante la infancia, ya que desaparece alrededor de los 5 ó 6 años, periodo en que el niño vuelve su curiosidad e interés hacia el colegio y el aprendizaje.

La actitud de los padres

Es importante que cuando los padres se vean enfrentados a la masturbación infantil no se alarmen y actúen con naturalidad, y que estén informados para saber como reaccionar, sin estimular ni rechazar la situación.

Gabriela Ducaud señala que «si los padres encuentran al niño acariciándose, no deben retarlo ni decirle que lo que hace es sucio o malo, pues esa reacción podría generarle dificultades futuras en su sexualidad. Lo que debe buscar es desviar su atención hacia otras cosas, invitándolo a hacer otra actividad como salir de paseo, jugar o pintar, impidiendo indirectamente que continúe en lo mismo”.

Cuando los niños presentan esta conducta en público, la profesional indica que «los padres deben abordar directamente el tema, decirles que es algo privado y que tiene que ver con la intimidad del cuerpo”.

Otra variable puede ser que el pequeño juegue a acariciarse con otros niños. En ese caso, «se debe intervenir de modo natural impidiendo que esta situación continúe. Y si hay un menor que persiste en estimular la sexualidad de otros, habría que impedir que se encuentren a solas y a la vez hablar con los padres del niño para que resuelvan la situación».

Gabriela Ducaud plantea que «los padres que no evaden las preguntas de sus hijos, buscando informarse correctamente y entregándoles respuestas adecuadas a su edad, posibilitan un mayor estímulo para el desarrollo intelectual, y eso se ve reflejado en niños que llegan al jardín infantil o al colegio con más ganas de aprender».

Fuente: Artículo publicado en Revista PadresOk

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